AD: Escuchamos y queremos reflexionar y explorar juntas un viaje interdisciplinario con Lorena Mal y Lucía Hinojosa.
Queremos interpretar el espacio circundante, dar corporeidad a nuestras voces mientras narran sus historias.
Cuando pensé en el título fractura sonora, pensé en el cambio, la vibrante ruptura de cada cuerpo, pero sobre todo, en el proceso antropológico del viaje de Lorena y Lucía.
Lorena, tu obra reacciona al material de la memoria y la transformación histórica. Me gustaría comprender tu proceso en esta representación.
LM: Me interesa cómo nuestros entornos afectan la construcción de qué somos, no sólo de quien somos, porque en todos los sentidos estamos sumergidos en un flujo de transformaciones en el tiempo, tanto biológicas como químicas y metabólicas.
Para mi esa porosidad de permitirnos ser afectadxs y reconocer todo lo que directamente o indirectamente nos define, construye una memoria que es muchas veces involuntaria y a la vez es muy activa sobre qué se decide o qué es posible recordar o continuar, y esto también lo encuentro en los materiales a veces inscritos en forma de huellas, o en cómo los materiales resuenan distinto (tienen diferentes pronunciaciones de lo que parecería un mismo material u objeto).
Mi trabajo me ha llevado a establecer una relación con la materialidad que dirija hacia el presente esas transformaciones en el tiempo, acercar sus historias, sus imaginarios, su comportamiento, y sus dinámicas. La noción de lo histórico viene también con no sólo pensar en las transformaciones como algo abstracto e implícito, si no como algo que conlleva también procesos de resistencia, de pérdida, de olvido u opresión que afectan qué puede continuar o que esta reprimido o enterrado en esa memoria nuestra y de los materiales.
He buscado una experiencia propia con el mundo y esos conflictos, volviendo a sentir, a escuchar y a situarnos en un impulso de transformación y reciprocidad a través de una memoria activa dirigida hacia el futuro, hacia la posibilidad.
AD: Tu investigación se centra en el territorio y los eventos ambientales que resuenan con la existencia humana. ¿Podrías explicarnos esto con más detalle?
LM: El solo hecho de que existamos es un evento ambiental, y por lo tanto todo lo ambiental nos interpela.
Para mi es algo central de mi existencia como de mi trabajo profundizar las relaciones de reciprocidad que llevamos a cabo sólo por el hecho de respirar ¿Qué implica la vida en la tierra? La palabra territorio es necesaria en el momento en el que se reparte y explota la tierra, pero es un concepto sumamente clave también porque es desde donde se defiende. No somos propietarios de nada al final de nuestra vida,
Creo que a través de mi trabajo establezco relaciones profundas con diferentes territorios desde una búsqueda de libertad que no establece fronteras si no conexiones –casi a través del subsuelo– en donde conviven las coincidencias y diferencias, en donde la resistencia política también sea poder enraizar en los diferentes mundos que habitamos e imaginar más allá de esos límites ejercitando una tensión entre nuestro propio pasado y realidad, y la multiplicidad de existencias y co-existencias humanas y más que humanas.
Biblioteca Terrestre (Cantera Tlayúa)
2025
Instalación con piedra de 100 millones de años
77 libros fósiles de bolsillo, 21x15cm
54 libros fósiles monográficos y revistas, 28x21cm
18 viniles fósiles, 31.5×31.5
y piso con fragmentos en área de 5x4m
Concepto, dirección, producción y edición: Lorena Mal
Fotografía: Santiago Torres
Color: Ollin Miranda
Coordinación de producción: Ollin Miranda
Producción de línea (Tepexi de Rodríguez): Karmina Aranguthy
Producción nacional de artes visuales realizada con el estímulo fiscal del artículo 190 de la LISR (EFIARTES).
Proyecto realizado con el apoyo de Fundación Jumex Arte Contemporáneo.
Proyecto realizado con apoyo del Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos Culturales